Con voz autorizada y en su calidad de fundador y presidente del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, Alfredo Guevara ha declarado que la trigésimo primera edición del evento será todavía mejor que las muestras anteriores.
Además, puntualizó que tanto en los espacios dedicados a los filmes que se proyectarán, dentro y fuera del certamen, como en los encuentros teóricos habrá una notable participación de los jóvenes creadores del continente.
Desde 3 al 13 de diciembre, tanto en La
Habana como en otras ciudades del país, se desarrollará esta fiesta del audiovisual, que siempre ha sido plataforma para la presentación de renovados talentos, manteniéndose así, desde sus días fundacionales, el espíritu de experimentación y búsqueda de altos valores artísticos.
Dos fuertes cinematografías, muy próximas al nuevo cine cubano y protagonistas de la oleada de renovación que dio origen a este festival de La Habana, tendrán plaza privilegiada este diciembre. Del cine chicano se programará una gran retrospectiva, calificada como la mayor que se haya exhibido fuera de los Estados Unidos, nación en la que la comunidad chicana juega ya un rol protagónico.
También se ofrecerá una muestra de la cinematografía boricua, con una notable presencia de novísimos realizadores, deseosos de mostrar sus obras ante los cinéfilos cubanos, quienes en otras ediciones han establecido ya contacto con las películas de esa isla hermana, tan cercana a la nuestra.
Los espacios para el diálogo y el intercambio de ideas, de vivencias y experiencias se materializarán en varios foros y seminarios teóricos, sobresaliendo, como lo remarcó Guevara, el nominado "América Latina-USA lo que debió ser, lo que no pudo ser, lo que debiese ser".
Este escenario propiciará el encuentro de cineastas de todo el continente, incluidos los norteamericanos, y en él primará "el tono intelectual, político, filosófico sociológico, siempre cinematográfico, que impregna este festival, que no es solo de cine".
TINA MODOTTI Y JULIO ANTONIO MELLA
Por primera vez, en el Pabellón Cuba de la Rampa habanera no sólo se exhibirán filmes y se producirán conferencias sino que se montará una exposición dedicada a Julio Antonio Mella y Tina Modotti. Allí se expondrá aquella hermosa relación que fue historia y amor, protagonizada por el revolucionario cubano y la fotógrafa italiana en México, entregada la juventud de ambos a las ideas y la pasión.
Debemos recordar, además, que Tina no sólo cultivó la fotografía, sino que en su primera juventud fue también actriz, en el Hollywood del período silente, como lo testimonian algunas secuencias de sus películas. Esta mujer, luego, tras el asesinato de Mella, participó activamente en la guerra civil española, como una combatiente de la república y del pueblo.
